La Depresión y la Ansiedad son dos de los Trastornos de Salud Mental más comunes en el mundo. Aunque pueden presentarse de forma separada, es frecuente que coexistan en un mismo paciente, afectando su calidad de vida, relaciones personales y desempeño diario. Reconocer sus síntomas, entender sus causas y saber cuándo buscar atención especializada es esencial para prevenir complicaciones graves como el Suicidio, el Abuso de Sustancias o la aparición de otros Trastornos Psiquiátricos.
Tipos de Trastornos Depresivos: ¿cuáles existen?
Los Trastornos Depresivos se clasifican principalmente en dos tipos:
- Trastorno Depresivo Mayor (TDM): caracterizado por episodios intensos de tristeza, pérdida de interés, desmotivación y alteraciones físicas y cognitivas
- Trastorno Distímico (o Distimia): es una forma de Depresión más Crónica y menos intensa, pero persistente
Siempre se debe especificar si el episodio experimentado es: el primero, recurrente, crónico, posparto o estacional, y puede ir acompañado de síntomas como:
- Estado de ánimo bajo
- Insomnio o Hipersomnia
- Falta de interés y disfrute de actividades
- Cambios en el apetito y peso
- Fatiga física y mental
- Dificultad para concentrarse o recordar
- Sentimientos de culpa, Baja Autoestima e incluso ideas suicidas
Tipos de Trastornos de Ansiedad
Los Trastornos Ansiosos incluyen una gama más amplia de condiciones que tienen en común la presencia de una Ansiedad persistente y difícil de controlar. Los más comunes son:
- Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)
- Trastorno de Pánico o Angustia
- Fobia Social
- Fobias Específicas
- Agorafobia
Los síntomas suelen incluir:
- Preocupación excesiva
- Nerviosismo continuo
- Insomnio
- Tensión muscular
- Taquicardia, falta de aire o dolores inespecíficos (cabeza, estómago, pecho)
Depresión y Ansiedad: ¿pueden coexistir?
Sí, es muy común. Ambas condiciones comparten una base neurobiológica similar, por lo que no es raro que un paciente presente síntomas de ambas. Esta coexistencia puede complicar el diagnóstico y tratamiento, por lo que es importante que sea evaluado por un profesional de salud mental.
Causas frecuentes de ambos trastornos
La Ansiedad y la Depresión no surgen sin razón. Existen múltiples factores que pueden contribuir:
- Estresores personales, sociales o laborales: situaciones de conflicto, rupturas, desempleo o presiones académicas pueden detonar estos trastornos
- Alteraciones hormonales y Endocrinas: enfermedades como Hipotiroidismo, Diabetes o cambios hormonales pueden afectar el equilibrio emocional
- Inflamación e Infecciones: sustancias inflamatorias como citocinas pueden interferir con la función neuronal
- Trastornos Autoinmunes o Reumatológicos
- Cáncer u otras Enfermedades Crónicas
- Uso de medicamentos o sustancias psicoactivas
En algunos casos, el cerebro interpreta la situación como una amenaza, aumentando la producción de cortisol, una hormona que, en exceso, puede dañar las conexiones neuronales llamadas sinapsis, afectando el estado de ánimo y otras funciones mentales.
Diagnóstico psiquiátrico: ¿cómo se identifica?
Los diagnósticos se realizan principalmente con base en los síntomas clínicos del paciente, los cuales reflejan una disfunción en ciertos neurotransmisores como la serotonina, dopamina, noradrenalina y el glutamato. Estos químicos son esenciales para regular funciones como:
- Estado de ánimo
- Voluntad y motivación
- Disfrute
- Concentración y memoria
- Sueño y apetito
En el caso de los Trastornos de Ansiedad, se suma una sobreestimulación de ciertas áreas del tallo cerebral, generando Crisis de Pánico y otros síntomas físicos agudos.
El papel de los medicamentos psiquiátricos
Los antidepresivos y ansiolíticos actúan regulando los neurotransmisores cerebrales. No se trata de “sedar” al paciente, sino de restablecer el equilibrio químico del cerebro, lo que permite que las funciones cognitivas, emocionales y físicas se normalicen.
La eficiencia de la Psicoterapia
La Psicoterapia es altamente efectiva, especialmente cuando se combina con el tratamiento farmacológico. Existen diferentes enfoques terapéuticos:
- Terapia Cognitivo Conductual (TCC)
- Terapia Interpersonal
- Terapia Psicodinámica
Cada tipo se adapta a las necesidades del paciente, al tipo de trastorno y a su origen.
Consecuencias de no tratar la Depresión o la Ansiedad
La disfunción de un área cerebral puede originar otra área afectada. Por ello, ignorar o minimizar estos trastornos puede traer consecuencias graves, como:
- Psicosis: aparición de ideas delirantes o alucinaciones
- Ideas o intentos suicidas
- Catatonia: pérdida de movilidad y respuesta emocional
- Consumo de sustancias psicoactivas
- Desempeño deficiente en la vida personal, laboral o escolar
Los Trastornos Depresivos y de Ansiedad son condiciones serias, pero tratables. Si tú o alguien cercano presenta señales o síntomas relacionados, no dudes en consultar a un especialista en salud mental. Actuar a tiempo puede salvar vidas.