Los Tumores Oculares son más frecuentes de lo que la mayoría de las personas cree. Aunque muchas veces pasan desapercibidos, pueden tener un impacto significativo en la visión e incluso en la vida del paciente.
¿Qué son los Tumores Oculares?
Los Tumores Oculares son crecimientos anormales de tejido que pueden desarrollarse tanto en la superficie externa del ojo como en su interior. Pueden ser benignos o malignos, y afectar distintas estructuras oculares, como la conjuntiva, la Córnea, la Retina, el Nervio Óptico o el cuerpo ciliar.
Existen tumores que pueden observarse a simple vista, como los que aparecen en la parte visible del ojo, y otros que se localizan en zonas profundas, siendo mucho más difíciles de detectar sin una evaluación oftalmológica especializada.
Tipos de Tumores Oculares
Existen dos tipos principales de Tumores Oculares:
Tumores de la Superficie Ocular
Estos tumores se desarrollan en la Conjuntiva o la Córnea y, al estar en zonas visibles, pueden observarse con facilidad. Uno de los más comunes es el Pterigión, un tumor benigno de aspecto carnoso que suele causar enrojecimiento, lagrimeo y sensación de cuerpo extraño. Sin embargo, no todas las lesiones similares al Pterigión son benignas, y algunas pueden representar Neoplasias más agresivas.
Entre los tumores malignos de la superficie ocular destaca el Carcinoma de Células Escamosas de la Conjuntiva, cuya causa principal es la exposición crónica a la radiación ultravioleta. Por ello, se recomienda el uso de gafas con protección UV y lubricantes oculares como medida preventiva.
Tumores Intraoculares
Los tumores que se desarrollan dentro del ojo pueden ser más difíciles de diagnosticar. Afectan estructuras profundas como la Retina, el nervio óptico o el cuerpo ciliar, y algunos pueden ser silenciosos en fases iniciales.
Dos de los más relevantes son:
- Retinoblastoma: tumor maligno infantil que tiene origen genético. Su detección temprana es crucial para preservar la visión y la vida del paciente
- Melanoma Uveal: aparece en adultos, especialmente en personas de piel clara, y también se asocia a la radiación ultravioleta. Es uno de los tumores intraoculares malignos más agresivos
Signos y síntomas de alerta
La presencia de un Tumor Ocular puede manifestarse de diferentes formas, dependiendo de su localización. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- Miodesopsias (moscas flotantes)
- Fotofobia (molestia con la luz)
- Pérdida del campo visual
- Enrojecimiento persistente del ojo
- Sensación de cuerpo extraño
- Cambios en la visión
Es importante aclarar que muchos tumores son asintomáticos en etapas tempranas, lo que subraya la importancia de las revisiones periódicas con un Oftalmólogo.
Detección y diagnóstico
Una evaluación oftalmológica completa permite detectar posibles lesiones tumorales en fases iniciales. Este examen incluye:
- Medición de agudeza visual
- Evaluación de estructuras externas (párpados, conjuntiva, córnea)
- Examen del interior del ojo (cámara anterior, cristalino, presión intraocular)
- Fondo de ojo para valorar la retina, el vítreo y el nervio óptico
Ante la sospecha de una lesión tumoral, se puede realizar una Biopsia para obtener un diagnóstico histopatológico, que permitirá clasificar el tipo de tumor y establecer el tratamiento más adecuado.
Tratamientos disponibles
El tratamiento depende del tipo de tumor, su localización, tamaño y comportamiento. En muchos casos, se opta por la resección quirúrgica, siempre que sea posible sin dañar estructuras esenciales del ojo.
Cuando la resección no es viable o se trata de tumores malignos, existen diversas opciones terapéuticas:
- Radioterapia, incluida la Braquiterapia, que consiste en colocar placas radioactivas sobre la superficie ocular para actuar directamente sobre el tumor
- Quimioterapia
- Inmunoterapia Dirigida, especialmente útil en casos como el melanoma, con tratamientos que atacan directamente las células tumorales específicas
¿Todos los Tumores Oculares son malignos?
No. Muchos Tumores Oculares, tanto en la superficie como dentro del ojo, son benignos y pueden no requerir tratamiento. No obstante, solo un estudio histopatológico puede confirmar su naturaleza.
Prevención y mitos
Una de las principales medidas preventivas es el uso de lentes con protección UV, especialmente en regiones con alta exposición solar.
Contrario a algunos mitos populares, las pantallas de computadoras o teléfonos no están asociadas con la aparición de Tumores Oculares, ya que no emiten radiación que cause daño celular.
La clave está en la detección temprana
La evaluación oftalmológica periódica es esencial, incluso en ausencia de síntomas. Diagnosticar un Tumor Ocular en una fase inicial permite un mejor pronóstico visual y general.
Gracias a los avances en Terapias Dirigidas e Onmunogenética, hoy en día existen opciones eficaces que mejoran la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes.