El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) sigue siendo un problema de salud pública en el mundo. Aunque los avances médicos han transformado el pronóstico de las personas con VIH, muchas aún desconocen que viven con el virus debido a la falta de síntomas en las etapas iniciales.
Según datos de la Secretaría de Salud, en México hay más de 340 mil personas diagnosticadas con VIH, y se estima que un 30% desconoce su estatus serológico.
El mayor número de casos se presenta en hombres de entre 25 y 44 años. Sin embargo, las campañas de prevención y el acceso al tratamiento antirretroviral gratuito han mejorado el pronóstico y la calidad de vida de quienes viven con el virus.
¿Qué es el VIH?
El VIH es un virus que ataca el sistema inmunológico, especialmente a los linfocitos CD4, debilitando la capacidad del cuerpo para defenderse de infecciones y enfermedades. Si no se trata, puede progresar a SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), la etapa más avanzada de la infección.
Es importante diferenciar entre VIH y SIDA: una persona puede vivir con VIH sin desarrollar SIDA, especialmente si recibe tratamiento antirretroviral adecuado.
¿Cómo se transmite el VIH?
El VIH se transmite a través de fluidos corporales como:
- Sangre
- Semen
- Secreciones vaginales y rectales
- Leche materna
Las principales vías de contagio son:
- Relaciones sexuales sin protección (vaginales, anales u orales)
- Uso compartido de agujas o jeringas (por ejemplo, en consumo de drogas intravenosas)
- Transfusiones de sangre contaminada (casos poco comunes hoy en día por el control de bancos de sangre)
- De madre a hijo durante el Embarazo, Parto o Lactancia
El VIH no se transmite por contacto casual, como abrazos, besos, compartir utensilios, usar baños públicos o por picaduras de insectos.
Síntomas del VIH: ¿cómo identificarlo?
En su etapa inicial, conocida como fase aguda (dos a cuatro semanas después del contagio), muchas personas experimentan síntomas similares a los de una gripe, aunque algunos no presentan signos visibles. Los más comunes incluyen:
- Fiebre
- Dolor de garganta
- Ganglios linfáticos inflamados
- Fatiga
- Dolor muscular
- Erupciones en la piel
- Sudores nocturnos
- Náuseas o Diarrea
Estos síntomas suelen durar de una a dos semanas y luego desaparecen, lo que puede llevar a que la persona no sospeche que ha adquirido el virus.
Fase de latencia clínica
Después de la fase aguda, el VIH puede permanecer asintomático durante varios años. Durante este tiempo, el virus sigue replicándose y dañando el sistema inmunológico de forma silenciosa.
Etapa avanzada (SIDA)
Si no se trata, el VIH evoluciona al SIDA. En esta fase, el sistema inmunológico está gravemente comprometido, y aparecen infecciones oportunistas o ciertos tipos de cáncer. Algunos signos incluyen:
- Pérdida de Peso rápida e inexplicable
- Fiebre persistente
- Fatiga Crónica
- Manchas blancas en la boca
- Tos seca o dificultad para respirar
- Diarrea prolongada
- Infecciones frecuentes
Diagnóstico del VIH
La única manera de confirmar la presencia del VIH es mediante una prueba de detección, que puede realizarse en centros de salud públicos o privados.
Los principales tipos de pruebas incluyen:
- Pruebas rápidas: resultados en 20 minutos
- Pruebas ELISA y Western Blot: mayor precisión, aunque el resultado demora más
- Prueba de carga viral y conteo de CD4: para seguimiento del tratamiento
Se recomienda hacerse la prueba si se ha tenido una situación de riesgo, incluso si no hay síntomas. En México, los Servicios de Salud ofrecen pruebas gratuitas y confidenciales.
¿Cómo reducir el riesgo de contagio?
Para prevenir la infección por VIH, se recomienda:
1. Uso correcto del condón
El uso de condones masculinos o femeninos en todas las relaciones sexuales es una de las formas más efectivas de prevención. Deben usarse desde el inicio hasta el final del acto sexual.
2. PrEP (Profilaxis Preexposición)
La Profilaxis Preexposición (PrEP) consiste en tomar un medicamento diario para prevenir el VIH en personas con alto riesgo de exposición. Está disponible en México bajo prescripción médica.
3. PEP (Profilaxis Postexposición)
La Profilaxis Postexposición (PEP) es un tratamiento de emergencia que debe iniciarse dentro de las primeras 72 horas tras una posible exposición al virus. Incluye 28 días de terapia antirretroviral.
4. Pruebas regulares
Realizarse pruebas de detección de forma regular permite un diagnóstico temprano y evita la transmisión involuntaria.
5. No compartir objetos punzocortantes
Evitar compartir agujas, jeringas, máquinas de tatuaje o rastrillos, ya que pueden contener restos de sangre infectada.
6. Tratamiento como prevención (TasP)
Las personas con VIH que mantienen una carga viral indetectable gracias al tratamiento, no transmiten el virus por vía sexual (Indetectable = Intransmisible o I=I).
¿El VIH tiene cura?
Actualmente, no existe una cura definitiva para el VIH, pero el tratamiento antirretroviral permite que las personas con el virus lleven una vida larga y saludable.
Este tratamiento reduce la carga viral hasta hacerla indetectable y mejora la función del sistema inmunológico. Además, disminuye el riesgo de transmisión casi a cero.
Apoyo psicológico y social
El diagnóstico de VIH puede generar miedo, Ansiedad o estigmatización. Por eso, es importante contar con apoyo psicológico profesional y con redes de apoyo familiar y comunitario.
También existen organizaciones civiles y centros de salud que ofrecen orientación, acompañamiento emocional y asesoría legal para garantizar los derechos de las personas con VIH.
El VIH es una condición crónica, no una sentencia de muerte. Detectarlo a tiempo, recibir tratamiento adecuado y adoptar prácticas sexuales seguras son pilares fundamentales para frenar la epidemia.
Hablar sobre el VIH con información confiable, sin prejuicios y con empatía, contribuye a disminuir el estigma y a mejorar la salud pública. Si has tenido una situación de riesgo, no esperes. Realízate una prueba, consulta con un especialista en Inmunología, Infectología, Medicina Interna, Oncología o Dermatología y toma el control de tu salud.