Los Rellenos Faciales están diseñados para rellenar y restaurar áreas del rostro que han perdido volumen con el tiempo. ofrecen una amplia gama de opciones para mejorar y personalizar el aspecto facial.
A medida que envejecemos, experimentamos una disminución en el volumen muscular, óseo y graso, lo que provoca que la piel pierda su soporte natural. Esta falta de elasticidad y resistencia a menudo se convierte en una preocupación para muchas personas a medida que envejecen. Afortunadamente, los Rellenos Faciales ofrecen una solución efectiva para combatir estos signos de envejecimiento y lograr una apariencia más juvenil.
Tipos y uso de Rellenos Faciales
Hoy en día, los Rellenos Faciales no solo se utilizan para rellenar áreas específicas, sino que también existen diferentes tipos de rellenos hechos con diversos materiales.
Estos rellenos no solo proporcionan volumen, sino que también pueden bioestimular la piel, lo que significa que promueven la producción natural de colágeno. Además, algunos rellenos también se utilizan para hidratar la piel y mejorar su apariencia general.
También se pueden emplear para dar forma a ciertas partes de la cara que no nos gustan, como:
- Cambiar la forma de la nariz
- Aumentar el volumen de los labios
- Alargar el mentón
- Modificar la forma de la mandíbula
El Ácido Hialurónico, uno de los principales materiales utilizados en los Rellenos Faciales, tiene la capacidad de retener agua, lo que proporciona hidratación a la piel.
Por otro lado, los rellenos estimulantes están compuestos por diferentes materiales, como la hidroxiapatita de calcio, el ácido poliláctico y la prolactona. Estos materiales se depositan en la piel y estimulan la producción de colágeno, mejorando la calidad de la misma.
Aplicación de rellenos faciales: riesgos y beneficios
Cuando se trata de la aplicación de Rellenos Faciales, existen dos técnicas principales:
- Aguja
- Técnica con cánula
La diferencia entre ellas radica en el riesgo potencial asociado. Las agujas son delgadas y existe un riesgo de perforar vasos sanguíneos, lo que puede llevar a complicaciones significativas. Por otro lado, las cánulas respetan los vasos sanguíneos, lo que reduce considerablemente los riesgos.
Para garantizar una aplicación segura y efectiva de los Rellenos Faciales, es crucial que el especialista conozca a fondo la anatomía vascular del rostro y sepa en qué áreas utilizar la aguja o la cánula.
Es importante comprender que los Rellenos Faciales no reemplazan el volumen perdido debido al envejecimiento, sino que brindan soporte a la piel y mejoran su apariencia. Además, los rellenos también pueden utilizarse para estimular la producción de colágeno y lograr una piel más hidratada.
Consideraciones previas y posteriores a su aplicación
Antes de someterse a un tratamiento de relleno facial, generalmente no se requiere ninguna preparación especial. Sin embargo, se recomienda evitar tomar cualquier tipo de antiinflamatorio durante los tres días previos al procedimiento, ya que estos pueden adelgazar la sangre y aumentar el riesgo de sangrado.
Aquellos con antecedentes de herpes labial o nasal deben informar a su especialista, ya que se pueden tomar precauciones adicionales para prevenir brotes.
Después de la aplicación de los Rellenos Faciales, se recomienda no tomar analgésicos o antiinflamatorios durante tres días, a menos que sea aprobado por un médico. Además, se debe evitar cualquier actividad que genere calor, como jacuzzis o saunas, y se debe tener cuidado al dormir para evitar presionar la zona tratada y evitar que el relleno se desplace.
Es importante tener en cuenta que ciertos tratamientos, como la radiofrecuencia, pueden disolver los Rellenos Faciales, por lo que se deben evitar en áreas tratadas. Además, se recomienda evitar el ejercicio físico el día del procedimiento.
Especialista en Rellenos Faciales
Al elegir un especialista para los Rellenos Faciales, es fundamental buscar a un Dermatólogo o Cirujano Plástico especializado en este campo. Es importante que el profesional cuente con las certificaciones necesarias y utilice los materiales adecuados.
Un especialista calificado no solo garantiza resultados óptimos, sino que también está preparado para manejar cualquier complicación que pueda surgir durante el procedimiento.