¿Qué es el Ultrasonido Hepático?
El Ultrasonido Hepático es una técnica diagnóstica por imágenes que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para generar imágenes del hígado. Gracias a este estudio, es posible detectar alteraciones como hígado graso, tumores, quistes, inflamación, Obstrucciones en las Vías Biliares, entre otras.
¿En qué consiste?
Durante el estudio, se coloca un gel conductor en el abdomen del paciente y se desliza un dispositivo llamado transductor sobre la piel. Este aparato emite ondas sonoras que rebotan en los órganos internos, generando imágenes que se visualizan en un monitor.
El procedimiento dura aproximadamente entre 15 y 30 minutos y es completamente indoloro.
¿Por qué se realiza un Ultrasonido Hepático?
El médico puede solicitar este estudio por diversas razones, entre las más comunes se encuentran:
- Evaluar síntomas como Dolor Abdominal, Ictericia o agrandamiento del hígado
- Investigar alteraciones en pruebas de función hepática
- Diagnosticar enfermedades como Esteatosis Hepática (Hígado Graso), Hepatitis, Cirrosis o Tumores Hepáticos
- Controlar la evolución de una Enfermedad Hepática Crónica
- Guiar procedimientos como Biopsias Hepáticas o Drenajes
Preparación para el examen
Aunque el procedimiento es sencillo, requiere una preparación básica para mejorar la calidad de las imágenes:
- Ayuno de al menos 6 a 8 horas antes del estudio. Esto reduce la cantidad de gases intestinales que pueden interferir con la visualización del hígado
- Se recomienda evitar alimentos pesados o con alto contenido en grasas el día anterior
- En algunos casos, el médico puede indicar la suspensión temporal de ciertos medicamentos
¿Qué se siente durante el examen?
El Ultrasonido Hepático es un procedimiento totalmente indoloro y no invasivo. El paciente puede experimentar una ligera sensación de frío al aplicar el gel sobre la piel, y una leve presión cuando el transductor se desliza por el abdomen. No se requiere anestesia y el paciente puede retomar sus actividades habituales inmediatamente.
Significado de resultados anormales
Un resultado anormal puede indicar distintas afecciones, tales como:
- Esteatosis Hepática (Hígado Graso): acumulación de grasa en el hígado, común en personas con obesidad, diabetes o alcoholismo
- Hepatomegalia: aumento del tamaño del hígado
- Lesiones Focales: tumores benignos (como Hemangiomas) o malignos (como Hepatocarcinoma)
- Cirrosis Hepática: daño hepático crónico con cambios en la estructura del órgano
- Obstrucción de Vías Biliares: puede deberse a cálculos o tumores
Los resultados deben ser siempre interpretados por un médico especialista, quien correlacionará los hallazgos con el historial clínico y otros estudios del paciente.
Avances en el Ultrasonido Hepático
En los últimos años, el Ultrasonido Hepático ha incorporado tecnologías avanzadas que mejoran su precisión diagnóstica:
- Elastografía hepática: mide la rigidez del hígado para detectar Fibrosis o Cirrosis sin necesidad de Biopsia
- Contraste ecográfico: permite diferenciar mejor los tipos de lesiones hepáticas
- Ultrasonido 3D y Doppler: brindan imágenes más detalladas y flujo sanguíneo en tiempo real
Estas innovaciones han convertido al ultrasonido en una herramienta aún más útil para el seguimiento de enfermedades hepáticas crónicas.
¿Qué especialista realiza el Ultrasonido Hepático?
El estudio es realizado por un Médico Radiólogo, especialista en diagnóstico por imagen. Este profesional está capacitado para operar el equipo de ultrasonido, obtener imágenes de calidad y elaborar un informe detallado que será entregado al médico tratante del paciente, ya sea un Gastroenterólogo, Hepatólogo o Médico Internista, según el caso clínico.