Estimulación Cerebral Profunda: Su uso en el tratamiento de problemas neuronales

La Cirugía de Estimulación Cerebral Profunda es un procedimiento que como su nombre lo menciona tiene el objetivo de estimular el cerebro para el tratamiento de diversos padecimientos neuronales.

Durante esta cirugía se colocan o se implantan electrodos a nivel cerebral y estos a su vez van conectados a un sistema de conexión que sale del cerebro y se ocultan por debajo de la piel, para posteriormente ser conectados a un generador, este procedimiento tiene por objetivo regular la actividad eléctrica cerebral según el objetivo o el target cerebral.

¿En qué casos es utilizada?

Hasta ahora se ha investigado que el papel de la Estimulación Cerebral Profunda en padecimientos como la Enfermedad de Parkinson y la Distonía, enfermedades caracterizadas por posturas anormales y la presencia de temblor en manos, voz, cabeza y extremidades, en estos casos ayuda a regular la actividad eléctrica cerebral en las estructuras que se enferman simulando el efecto que tiene la medicina produciendo una mejoría de los síntomas de Parkinson de manera intermitente y estable a lo largo del día.

Los pacientes candidatos para la Cirugía de Estimulación Cerebral Profunda son aquellos pacientes con un diagnóstico certero y avanzado de la Enfermedad de Parkinson y que el tratamiento a base de medicamentos presenta fluctuaciones motoras en su efectividad.

¿Cómo funciona?

Una vez que se lleva a cabo el procedimiento de la implantación de los electrodos, así como el generador o la batería, el equipo permanecerá por dos semanas apagado hasta que el paciente asista a una cita programada con su Neurólogo para realizar el encendido del sistema y el ajuste de los parámetros eléctricos. Este equipo se modula a través de un control remoto por el cual se regula cada electrodo de forma independiente, lo que permitirá que se realicen distintas pruebas de niveles de voltaje hasta encontrar el más adecuado hasta obtener resultados positivos para el paciente.

Es posible de durante las primeras semanas con el equipo el paciente deje el tratamiento a base de medicamentos, no obstante, hay pacientes que deberán continuar con el tratamiento o disminuir su consumo hasta en un 60%.

Este procedimiento no es un tratamiento que pueda curar a los pacientes, sin embargo, contribuye a ganar años de mejor calidad de vida y menor cantidad de medicamentos.