El Melanoma es un tipo de Cáncer de Piel que se origina cuando las Células que dan a la piel el color bronceado crecen fuera de control. Diversos especialistas estiman que los Melanomas afectan cada año a entre 7 y 12 de cada 100.000 personas
El Melanoma, es el Cáncer de Piel más agresivo y mortal, no para de extenderse entre la población mundial. ,
Este Tumor cutáneo era considerado una patología vinculada a los que trabajaban en el mar o en el campo, ahora, el contexto es totalmente distinto, ya que se diagnostica desde jóvenes entre 16 y 18 años.
Por otro lado, se trata del Cáncer más frecuente en mujeres de 25 a 29 años, seguido del de Mama, y el más habitual en hombres de 30 a 35 años, precediendo a los de Pulmón y Colon. Su detección, regularmente se da cuando acumula más de cuatro milímetros de grosor o cuando sangra, ya que el Melanoma resulta mortal para más del 70% de los afectados.
Al día de hoy, existe una ventaja, ya que se puede detectar en una etapa más precoz, siempre y cuando se requiera solo el uso de técnicas quirúrgicas sin necesidad de seguir otro tratamiento.
Melanoma, las señales de alerta
Al margen de la conveniencia de no quedarse de forma prolongada bajo el sol, estáticamente y en bañador en las horas centrales del día, entre las 13 y las 17 horas, en especial si se tratan de un niño, los Dermatólogos aconsejan estar en alerta delante de cambios que experimenten en la piel.
Entre las señas que tendrían que ser motivo de consulta médica, indican: las manchas y pecas nuevas, de bordes irregulares, que cambian de color o que aumentan de tamaño; las que se convierten en rugosas, hinchadas o brillantes; las que surgen con aspecto de lenteja pequeña y muy oscura, y crecen rápidamente; y las que sangran o pican.
Muchos Dermatólogos recomiendas que aquellos que reúnen más de 100 pecas diseminadas por el cuerpo tendrán que consultar con un médico, aunque estas manchas no cambien de color ni de tamaño. En una valoración regular, si se presenta algún tipo de peca, el especialista debe revisar todo el cuerpo, lo cual favorece la detección de cualquier anomalía y es algo que no todos los Dermatólogos hacen.
Muchos Melanomas que se sufren en edad adulta son consecuencia de las Quemaduras solares producidas durante la infancia o a lo largo de la adolescencia. Los niños menores de 7 años no tendrían que estar bajo el sol ni si quiera con crema protectora y con ropa. El sol refleja en sus cuerpos con una intensidad superior a la que reciben los adultos, hecho que conduce a quemaduras rápidas y altamente peligrosas.